noviembre 21, 2024

Bailando en una pirámide sagrada en México o desnudos frente a la esfinge: los 6 turistas más bochornosos de 2022

Son una minoría, pero son ruidosos, ofensivos y ocasionalmente también peligrosos y dañinos.

A medida que el turismo vuelve a crecer (gracias al levantamiento de muchas restricciones del covid), también lo hacen los titulares atractivos sobre turistas comportándose mal en distintos puntos del planeta.

Uno de los más recientes ha sido el de una mujer que trepó ilegalmente a la cima de una pirámide maya de casi 1.000 años de antigüedad en México, antes de ser acosada por una multitud furiosa y luego escoltada por agentes de seguridad, un éxito viral instantáneo en TikTok.

Mientras la Organización Mundial del Turismo (OMT) pide a los visitantes que se “comporten como lo hacen en casa”, nosotros echamos un vistazo a los comportamientos más bochornosos de turistas en este 2022:

1. Bailar en la cima de una pirámide maya en México

Subir los 91 escalones de la Pirámide Maya de Kukulcán, en Chichén Itzá, está prohibido desde 2008.

Es un sitio sagrado y fue nombrado como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo en 2007.

Pero el 20 de noviembre, una turista no solo ignoró la regla, sino que comenzó a bailar y entró en la sala del templo que hay en la parte superior de la pirámide, construida entre los siglos VIII y XII d.C.

Mientras la mujer, que no ha sido públicamente identificada, era escoltada fuera del sitio, otros turistas que habían asistido indignados a su fechoría le gritaron, tiraron del pelo y arrojaron agua. Su “hazaña” fue también ampliamente condenada en las redes sociales.

Según medios locales, la mujer salió de prisión tras pagar una multa. El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) ha anunciado en un comunicado que la pirámide no sufrió daños tras el incidente.

2. Estrellar patinetes y drones y robar góndolas en Italia

Italia es uno de los principales destinos para los viajeros internacionales y, a menudo, víctima de su mal comportamiento.

En junio, dos turistas estadounidenses lanzaron sus patinetes por la escalinata de la histórica Plaza de España, en Roma, de la que desprendieron un trozo de mármol de 10 cm. En un comunicado, la oficina de patrimonio cultural de la capital aseguró que la restauración de este sitio monumental del siglo XVIII tendrá un costo de US$ 27.000.

En abril, un visitante argentino fue arrestado después de perder el control de su dron y estrellarlo contra el techo del siglo XV del Palazzo Venezia (también en Roma). Y, unos días antes, dos turistas mexicanos golpearon la Torre Inclinada de Pisa con un dispositivo similar.

En octubre, dos franceses fueron arrestados, acusados de robar una góndola y arrojar sus decoraciones a un canal de Venecia en mitad de la noche.

Solo en 2022, 43 turistas fueron pillados nadando en los canales de la ciudad, algo que está prohibido. La cifra supone un aumento considerable con respecto al año anterior, cuando se sorprendió a 24 nadadores.

3. Bailar desnudo en la montaña sagrada de Bali

En abril, un hombre canadiense fue deportado y se le prohibió volver a visitar Bali después de publicar videos en las redes sociales de él bailando desnudo en la cima del monte Batur, un volcán activo considerado como una de las cuatro montañas sagradas de la isla.

El turista, que luego eliminó los videos y se disculpó por su comportamiento, se hizo viral en las redes sociales de Bali, donde fue acusado de faltarle el respeto a la haka, una ceremonia ceremonial importante en la cultura maorí.

“A todos los extranjeros que visiten Bali, actúen en consecuencia respetando nuestra ley y los valores culturales balineses”, dijo el director de la Oficina de Inmigración de Bali después del episodio.

4. Strip-tease frente a la Esfinge en Egipto

El 7 de noviembre, los agentes de seguridad de las Pirámides de Giza, en Egipto, tuvieron que pedirle a una mujer que se pusiera la ropa mientras intentaba tomarse selfies desnuda frente a la icónica Esfinge, que se cree que fue construida entre los años 2600 y 2500 a.C.

El Ministerio de Turismo y Antigüedades publicó un comunicado sobre el episodio en Facebook asegurando que “quitarse la ropa constituye una violación de las leyes, costumbres y tradiciones egipcias”.

Después de volver a vestirse, “la turista pudo completar su visita a la zona arqueológica sin ningún obstáculo”, dijeron las autoridades egipcias.

5. “Daño irreparable” por graffitis en unos petroglifos en EE.UU.

Los petroglifos son imágenes talladas o pintadas en superficies de piedra por civilizaciones antiguas, y son muy poco habituales.

Pero eso no impidió que unos turistas tallaran sus nombres sobre algunos de los más importantes del Parque Nacional Big Bend, en Texas.

En un comunicado emitido en enero, el parque dijo que “un panel de petroglifos antiguos en el área de Indian Head del Parque Nacional Big Bend sufrió daños irreparables cuando unos vándalos optaron por rayar descaradamente sus nombres y la fecha en este arte prehistórico”.

“El Parque Nacional Big Bend nos pertenece a todos. Estropear las estructuras naturales y el arte rupestre destruye la belleza y la historia que el pueblo estadounidense quiere proteger en nuestros parques”, dijo el superintendente del Parque Nacional Big Bend, Bob Krumenaker, en un comunicado.

“Con cada acto de vandalismo, parte del patrimonio de nuestra Nación se pierde para siempre”.

6. Arrestada después de hacer el saludo nazi en Auschwitz

Una turista holandesa de 29 años fue detenida en enero después de hacer el saludo nazi en la entrada del antiguo campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, en Polonia.

Posteriormente, la mujer, que no ha sido identificada públicamente, fue acusada de participar en propaganda nazi, al haber posado para una foto que tomó su esposo. La mujer recibió una multa, que accedió a pagar.

La turista aseguró que había sido solo una broma de mal gusto, según la agencia de noticias PAP de Polonia.

La Alemania nazi construyó el campo de exterminio en la ciudad de Oswiecim (Auschwitz, en alemán), en el sur de Polonia, después de ocupar este país al comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

En poco más de cuatro años y medio, la Alemania nazi asesinó sistemáticamente a más de 1,1 millones de personas en este campo. Casi un millón eran judíos.

Qué se está haciendo para luchar contra el mal comportamiento de los turistas

Naciones Unidas estima que 700 millones de turistas han viajado internacionalmente entre enero y septiembre de 2022, un aumento del 133% en comparación con el mismo período de 2021, pero aún por debajo de la afluencia de los primeros nueve meses de 2019 (63%), antes de la pandemia.

A medida que aumentan los casos de mal comportamiento de turistas, como los ejemplos anteriores, algunas ciudades y países están intentando erradicarlo a base de multas.

En ciudades como Sorrento, en Italia, los turistas que se paseen en traje de baño por los espacios urbanos estarán sujetos a multas de hasta US$520, según una medida que se introdujo en julio.

En España, la ciudad de Vigo multará con US$670 a quienes sean sorprendidos orinando en las playas.

Y las autoridades de California han anunciado una multa de US$5.000 y hasta 6 meses de prisión para quienes intenten acercarse a ver el árbol más alto del mundo, de 115 metros de altura.

Las visitas a este monumento natural están prohibidas, pero en los últimos tiempos muchos turistas que han hecho la excursión hasta sus alrededores han acabado por dañar el árbol.

“Nadie puede apoyar este tipo de comportamiento”, aseguró a la BBC Marcelo Risi, director de la OMT.

“Somos conscientes de que la gran mayoría de los turistas tienen hambre de nuevas experiencias, de viajar y de conocer otras culturas, y se comportan bien”, aseguró el funcionario, quien confía en que ha aumentado “la concienciación de los consumidores en general respecto a la huella que dejan, ya sea económica, social, cultural y ambiental”.

Y, aunque reconoció que los ejemplos en esta historia son “casos aislados y no representativos”, Risi también ofreció un consejo para los turistas:

“La recomendación básica es muy de sentido común: comportarse en el extranjero como se comporta uno en su propia casa“.