Cada vez hay más evidencia de una mayor demanda de la producción de México y la reubicación de proveedores de China hacia el territorio mexicano.
Analistas de la calificadora Fitch estiman que la economía mexicana registrará un crecimiento de 1.4% en el 2023, que es similar al pronóstico que tenían en septiembre.
Esta previsión incorpora la expectativa de una desaceleración desde el 3% que estiman se conseguirá en el crecimiento del PIB de este año.
Apenas el miércoles pasado el Banco de México revisó al alza su pronóstico para la actividad económica mexicana. Ahora estiman que el PIB registrará un avance de 1.8% en el 2023 que es ligeramente mayor al 1.6% previsto por ellos mismos en agosto.
En la actualización de expectativas de Fitch, prevén que Estados Unidos registrará un avance de 0.2% en todo el año próximo que incorpora la expectativa de una leve recesión desde el segundo trimestre del 2023.
En su actualización de expectativa advierten que “la alta inflación puede descarrilar el sólido desempeño del consumo si persiste en los niveles actuales, afectando el contexto de por sí debilitado por la atonía de la inversión”.
Si bien encuentran que la inversión privada esta cerca de los niveles prepandemia, subrayaron que se encuentra 10% debajo de su máximo anterior, de julio de 2018.
La débil confianza empresarial está relacionada en parte con la incertidumbre regulatoria, particularmente en el sector eléctrico” refirieron.
Encuentran en el nearshoring una importante oportunidad de crecimiento para México dadas las crecientes tensiones entre EU y China y el deseo de los fabricantes de cortar la distancia con las cadenas de suministro y hacerlas resistentes a las distorsiones actuales.
Domar inflación, más difícil
Anticipan que Banxico continuará endureciendo su política monetaria para evitar “un mayor desanclaje de expectativas de inflación en el contexto de una inflación obstinadamente alta” y prevén que la tasa llegará a 10.50% al terminar el año, lo que ayudará a llevar la inflación a 4.2% en 2023 y anticipan que ni en 2024 se tocara el objetivo puntual de 3%, pues prevén que se llegará a una variación de 3.5 por ciento.
Explicaron que se ha intensificado la batalla mundial contra la inflación.
“Controlar la inflación está demostrando ser más difícil de lo esperado a medida que las presiones de los precios se amplían y se afianzan. Sabemos que no será bueno para el crecimiento pero es claro que se requiere que los banqueros centrales se quiten los guantes y sigan haciendo lo que tienen que hacer”.
En el detalle de la información proyectan que la actividad económica mexicana registrará una primera desaceleración importante desde el cuarto trimestre de 2022, cuando estiman un crecimiento de 0.3 por ciento.
Para el primer y segundo trimestres, prevén que la actividad seguirá frenándose hasta quedar en 0.2% trimestral en ambos registros y que será en el 3er y 4º cuartos que el PIB mexicano repuntará a 0.3 por ciento.
Según sus cálculos, no se registrará ninguna lectura negativa en el transcurso del año próximo.
El contexto para negocios
En el análisis explicaron que el gobierno de Estados unidos inició un proceso de consulta bajo el marco del T-MEC, alegando que las decisiones recientes en materia energética y eléctrica contravienen el acuerdo.
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